Razones para no automedicarse
Hoy en día, conseguir medicinas es tan fácil como acudir a cualquiera de las cientos de farmacias que hay en las ciudades, pedir lo que queramos, pagar y llevarnos el medicamento a casa. En otros casos solo es necesario levantar el teléfono o pedir el medicamento a través de una aplicación y te llega a la puerta de tu casa, así de simple y sencillo.
Claro que esto ocurre principalmente con los medicamentos que no requieren receta médica para su venta, sin embargo eso no significa que no sean peligrosos, especialmente si se utilizan de manera incorrecta y sin supervisión de un profesional.
Es probable que alguna vez hayas tomado una pastilla para aliviar el dolor de cabeza o algún medicamento para aliviar el malestar estomacal que simplemente encontraste en casa. Este tipo de prácticas es más común de lo que se puede pensar y aunque parece totalmente inofensivo, en muchos casos no lo es.
Existen algunas maneras en las que la automedicación suele presentarse. Por ejemplo, están los prescritos por el médico en una enfermedad pasada, pero utilizados sin nueva receta para un padecimiento actual o la automedicación por recomendación de terceros.
Lamentablemente, esta práctica cobró mucha más fuerza desde la aparición de la pandemia, sobre todo por la incertidumbre que generó el virus. No obstante, es muy importante que conozcas las 5 razones por las que no es recomendable hacerlo:
- Tomar un medicamento porque a un amigo o a una persona cercana se lo recetaron para tratar una situación de salud similar a la que tú estás pasando no es una buena idea. No todas las personas reaccionan de la misma forma ante los componentes de las medicinas. Lo más probable es que a esa persona le hayan recetado un medicamento específico basándose en las características de la patología, sus síntomas y tomando en cuenta otros factores.
- Lamentablemente, los antibióticos son la clase de fármacos o medicina que más se utiliza en la automedicación. Hoy por hoy, el desconocimiento acerca de la usanza de estas drogas es elevado. Además, la pandemia por la COVID-19 contribuyó a esa situación, generando incertidumbre y más desinformación. En el presente, la resistencia a las bacterias es cada vez mayor y peligrosa.
- Numerosos medicamentos interactúan entre sí, provocando efectos negativos: los descongestionantes con pseudoefedrina (componente común en los antigripales), por ejemplo, disminuyen el efecto de los medicamentos utilizados para tratar la presión alta; y la aspirina interactúa negativamente con algunos medicamentos contra la diabetes, como la insulina, aumentando su efecto.
- Otro de los riesgos que tiene la automedicación es que existe la posibilidad de que al tomar medicamentos por mucho tiempo se desarrolle una adicción. Claro, esto también podría pasar con medicamentos controlados por un doctor, sin embargo, ellos tienen este problema en cuenta y por ende desarrollan medidas para evitarlo. Sin embargo, cuando nadie está monitoreando tu consumo, podrías caer en el exceso sin saberlo, lo que podría traer consecuencias más graves para la salud que las que en un inicio estabas tratando de resolver cuando comenzaste a automedicarte.
- Al aliviar los síntomas, algunos medicamentos dificultan el diagnóstico: entre ellos, los antipiréticos (que bajan la fiebre), los antieméticos (que impiden el vómito) o los antiespasmódicos (que alivian los dolores abdominales). Al disminuir la motilidad intestinal, estos últimos, además, bloquean la eliminación del agente patógeno. No los administre sin preguntar al médico.
Son más los riesgos que los posibles beneficios al automedicarse, por ello te recomendamos consultar siempre con nuestros médicos, para saber qué medicina es mejor para ti y en qué dosis, así evitamos estos peligros.
San Pedro, tu salud nos interesa.