Artrosis

La artrosis es una enfermedad crónica reumática causada por la degeneración paulatina del tejido de los cartílagos, afectando las articulaciones del cuerpo. Su aparición suele relacionarse con causas ambientales y hereditarias, sin embargo, el sobrepeso también se asocia como un factor clave para padecerla.

Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por tanto, nuestra autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular. Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.

Normalmente la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

  • Dolor
  • Rigidez
  • Inflamación
  • Sensación de roce de huesos al moverse
  • Crujidos y chasquidos en las articulaciones
  • Dificultad para caminar
  • Movimiento limitado

Diagnóstico

El diagnóstico de la artrosis se realiza teniendo en cuenta los síntomas que explica el paciente, las alteraciones que observa el médico al explorar las articulaciones y, en algunos casos, las pruebas complementarias solicitadas.

¿Qué tratamientos existen?

En la actualidad no existe una cura para la artrosis, por lo que el objetivo del tratamiento de la artrosis es mejorar el dolor, retrasar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Para ello, se dispone de varias alternativas: medidas físicas, fármacos y cirugía.

El manejo clínico debe ser individualizado, pero se recomienda:

  • Perder de peso
  • Tener un estilo de vida y alimentación saludable
  • Realizar ejercicios de bajo impacto
  • Reposo

Si el dolor persiste más de 3 meses, este ya no se considera agudo, sino crónico, cuando deja de ser un síntoma y pasa a ser una enfermedad. Si tu dolor es recurrente, consulta con nosotros.

Si es tu salud, es San Pedro.